miércoles, 11 de julio de 2012

Dividendos y Divisores (Una de Veguerías)

Con tanta crisis y tanto recorte no dejo de oír eso de "abajo las autonomías". De entrada, si un gobierno nacional y dos cámaras de representación son un engorro a la hora de mantenerlas, parece fácil pensar en pegarle un sablazo a 17 parlamentos regionales con sus respectivos gobiernos ídem. Y ¿qué decir de las diputaciones provinciales? Madre mía. 52 organismos que tienen su presidente, diputados, personal variado, coches oficiales y iPads para todos... A simple vista parece un carro del que es muy difícil tirar.

Sin embargo no es tan fácil. En un país como España, un gobierno central unitario (y, dicho sea de paso, homogenizador) no tiene ningún futuro.Ya se intentó hace ya 73 años y todavía estamos pagando las consecuencias de ello en cuanto al déficit en infraestructuras, cultura, cohesión, respeto mutuo e industrialización.

España es un país plural.

Es plural por su clima, su orografía y la naturaleza de sus territorios (gran parte de una península, dos archipiélagos y dos enclaves en el continente africano).

Es plural por su Historia, es la unión de varios reinos, con sus respectivas lenguas, leyes y sistemas de administración.

No. No se puede decidir en Madrid a qué hora debe pasar el tren que va de Gandia a València | Nord porque lo mismo, cuando llegues, hace 3 minutos que ha salido el tuyo a Moixent y te tienes que esperar una hora. No pueden decidir en la Moncloa cómo gastar el dinero del desarrollo rural en Pola de Lena o en Lora del Río porque no tienen ni idea. No se puede decidir en un despacho del centro de la península si en Arrecife tendría que haber más o menos líneas de autobús que en Manacor. Porque no, porque no tienen ni idea.

Está claro que hacen falta divisiones administrativas pero... ¿tantas?

Por un lado, las Comunidades Autónomas son divisiones demasiado amplias. Un gobierno regional, sin más especialización territorial (exceptuando a algunas de ellas) tiene las mismas carencias que un gobierno nacional único: no se ajusta a las necesidades de cada territorio. Además, en el modelo actual, las divisiones administrativas no respetan para nada la idiosincrasia de los pueblos que forman España. Tiene más que ver un burgalés con Álava que con Segovia, tiene más que ver uno de Guadalajara con uno de Soria que con uno de Albacete, tiene más que ver alguien de Fraga (Zaragoza) con uno de Lleida que con uno de la propia Zaragoza... y así hay innumerables casos de líneas divisorias que rompen la unidad de grupos culturalmente similares.  En ese sentido, podemos ver que el Maestrazgo está dividido entre Teruel (Aragón), Castellón (C. Valenciana) y un poquito en Tarragona (Cataluña). El Bierzo es en parte gallego, en parte castellanoyleonés por no hablar de los territorios de habla astur, entre el Principado de Asturias y León (eso si no mencionamos el extremeñu: dominio lingüístico del asturiano dentro de Extremadura). Y así, más ejemplos: las Comunidades Autónomas, desde el punto de vista sociológico son cajones de sastre que unen territorios sin un pasado común y separan zonas que siempre habían estado unidas.

Por otra parte, tenemos las Provincias. Son unidades administrativas menores en las que, en cualquier caso, tenemos el problema de la proximidad. A menudo, los habitantes de algunas localidades tienen más cercana la capital de la provincia vecina que la propia y cuando digo la capital también digo el hospital más cercano, la comisaría de policía... total, un barullo administrativo bastante considerable. Un claro ejemplo: los pueblos de la Sierra del Segura que ni son de Jaén ni son de Ciudad Real o que se lo digan a los habitantes de Navalmoral de la Mata (Cáceres), que van al hospital a Talavera de la Reina (Toledo) ...

¿Cuál sería la solución? Ni una ni otra: Divisiones medianas que sean lo suficientemente grandes como para que haya unas 15 ~ 25 en toda España y lo suficientemente cercanas y bien definidas como para evitar perder recursos por falta de infrastructuras. Ni que decir tiene que serían administraciones únicas, sin duplicidades intraterritoriales en las que el gobierno estaría encabezado por cargos políticos y el resto del personal serían cargos técnicos (p.ej, que de educación hable un catedrádico y de sanidad, el anterior gerente de un hopital o un jefe de servicio).

Cataluña ha estado a punto en el último lustro de aprobar sus vegueries (veguerías): 7 agrupaciones supracomarcales que acercan la administración a ciudadanos que, con las 4 provincias actuales, la tenían bien lejos (física y socialmente).



Siguiendo ese ejemplo,  habría una "región" que bien podría comprender al Maestrazgo, al Bierzo, a La Mancha,... podría haber un hospital territorial común en los pueblos de la Sierra del Segura que no son ni Andalucía ni Castilla - La Mancha y que son ambas a la vez, podría haber un Tribunal Superior de Justicia más cerca de Miranda de Ebro de lo que está ahora... y así con todo. Es mi humilde opinión pero no le faltan argumentos.