miércoles, 15 de junio de 2016

Unas Elecciones Mucho Más Eficientes

Se me ocurre que, con la tecnología de la que disponemos, los procesos de elecciones y consultas ciudadanas podrían ser mucho más eficientes y mucho menos costosos. Es más, la serie de cambios que propongo podrían facilitar incluso que hubiera procesos de consulta ciudadana y referéndum de manera mucho más frecuente. Es más, incluso se podrían realizar varias preguntas de manera simultánea como ocurre ahora en estados como Suiza o Estados Unidos de Norteamérica. Por ejemplo, el día que vas a votar para unas generales no solo votas las dos cosas que se proponen (Congreso y Senado) sino, además, si estás de acuerdo con tal o cual proposición (no) de ley. Eso ya se hace ahora en España cuando, además de votar para los parlamentos autonómicos se vota para los plenos de los ayuntamientos.

La idea es la siguiente: desligar a cada votante censado de una mesa concreta de un colegio electoral concreto. Incluso desligarlo de un municipio. Yo iría más allá: en un sistema de circunscripción única (que yo creo que debería ser a lo que tienda el sistema electoral), hasta se podría desligar a los votantes de una provincia / circunscripción concreta.

De esta manera ahorraríamos en algo tan complejo como: impresión y distribución de las listas del censo de votantes que corresponden a cada mesa, envío de las tarjetas electorales que informan de en qué mesa debe votar cada uno y, sobre todo, la gran mayoría de las solicitudes de voto por correo que se cursan el cuál, dicho sea de paso, se podría facilitar bastante más de lo que se hace ahora.

El mecanismo sería muy sencillo. El día de las elecciones, un votante registrado en el censo solo tendría que aparecer en cualquier colegio electoral de su circunscripción (o cualquier colegio electoral del estado cuando hubiere circunscripción única), presentar su identificación y votar. Los miembros de la mesa solo tendrían que comprobarlo y anotarlo en una base de datos en red. A partir de ese momento, esa persona pasa a estar inhabilitada para votar en cualquier otro lugar. Bastaría con disponer de una relación de los colegios electorales habilitados y elegir el que, en cada caso, se prefiera. No debería ser muy complicado de realizar cuando hay sistemas como, por ejemplo, el sistema de venta de billetes de Renfe ya funciona así: la plaza que compras queda reservada independientemente de si la compra ha sido en taquilla, por la web, por móvil o por teléfono. También funcionan así los centros de salud de cada sistema de salud autonómico: meten tu número y ya saben qué médico te corresponde y qué recetas tienes asignadas. Los bancos trabajan así desde hace mucho tiempo. En cualquier oficina, desde la web, desde el móvil, por teléfono... con solo unos pocos datos puedes saberlo todo de tus cuentas y operar.

Además, yo añadiría mejoras: con cabinas electrónicas que registren el voto, se ahorraría una gran cantidad de papeletas. Además, en estas cabinas se podrían emitir votos a consultas adicionales, no solo a elecciones. Para más comodidad, el tan infradesarrollado sistema del DNI electrónico podría permitir votar a cualquier persona en estas cabinas electrónicas sin la asistencia de nadie: insertas el DNIe, introduces tu contraseña o registras tu huella dactilar y clicas el voto que quieres enviar. Desde cualquier colegio electoral de tu circunscripción / de España.

Como comentaba antes, el voto por correo tal y como lo conocemos actualmente se podría mejorar y ahorrar mucho tiempo, dinero y papel si tiráramos más de sistema informático. El sistema actual es de todo menos del s.XXI: se rellena un formulario en Correos. El formulario se envía por correo ordinario certificado a la provincia donde corresponde votar. La Junta Electoral envía por correo ordinario un sobre con todas las papeletas, los sobres de voto y un certificado de censo. Correos reparte a domicilio cada sobre y deben ser entregados en mano solo al destinatario. De lo contrario, el destinatario debe personarse en correos. Una vez que se han metido las papeletas en los sobres correspondientes, el/la votante debe enviar los sobres de las papeletas junto con el certificado del censo a la mesa que le corresponde por correo ordinario certificado. Esto supone 2 visitas a la oficina de Correos (por lo de la certificación del envío), 3 si no estabas en casa el día que llegó el Sobre; 3 viajes (formulario para allá, Sobre con papeletas para acá, voto para allá), mucho dinero, mucho papel y mucho tiempo y, sobretodo, una sobrecarga de trabajo para las oficinas de correos y para los repartidores.

Yo propondría que en la misma oficina de correos se introdujera el DNI del votante, presente, en una base de datos o incluso, de manera autónoma, el DNIe. Se obtiene en el instante la información de la circunscripción donde le corresponde votar (otro motivo para que España sea circunscripción única). Se imprimen en el momento las papeletas (¿Qué es eso de que tus papeletas tengan que viajar desde la provincia donde votas? ¿Es que no existe internet? ¿Fax?) y, en el mismo momento, se puede depositar el voto y dejar enviado el sobre. En una sola visita a la oficina, ahorrando dos viajes de correo ordinario. Incluso yo iría más allá, si se dejase registrado el voto de manera electrónica (en una cabina informatizada o marcando un formulario en Correos), la persona que lo gestione lo puede dejar enviado telemáticamente al/la presidente/a de la mesa o a la Junta Electoral correspondiente ahorrando así los 3 viajes de los que hablaba más arriba.

Tenemos la tecnología. Solo falta querer hacerlo.