martes, 29 de enero de 2008

Falsos mitos y cosas sorprendentes de la Biología II

¡¡Mamá, Hay un dinosaurio comiéndose el alpiste!!


Vaya. Nos ha salido riguroso el nene. Pero no le falta razón: Las aves son dinosaurios. No se trata sólo de que las aves sean un grupo evolucionado a partir de los dinosaurios. Las aves y los dinosaurios forman parte del mismo grupo. Fijáos en un muslo de pollo. Mirad en la parte de piel más amarilla. En ella se ven claramente unas estructuras muy familiares: escamas (o, al menos, vestigios de ellas). Es sólo un ejemplo de lo que se conoce como Homologías (órganos que aparecen en una especie y, de nuevo, en otras especies evolutivamente relacionadas con ellos aunque tengan alguna modificación), las evidencias en las que se basan los zoólogos para establecer relaciones filogenéticas (evolutivas). Uhh: Parque jurásico en la jaula.


Cariño, siempre me dejas la bañera llena de escamas.

Ugh. Qué impresión ver la bañera llena de escamas. Y no sólo la bañera: también la almohada, los sombreros, los peines, el cajón de los peines... ¡Están por todas partes! Pero... ¿estamos en "1, 2, 3, Splash"? ¿Te has casado con un arenque? Nahh. Hablo de los pelos. Oscuros, teñidos, largos, cortos, con canas... Todos ellos son una "adaptación evolutiva", una modificación de las escamas reptilianas. Los mamíferos somos un grupo que desciende de un tipo de reptiles en parte modificados por el tiempo y la genética. Una de esas modificaciones se hace presente en las escamas que pasaron de ser unas placas defensivas a una estructura que mantiene el calor cerca del cuerpo y que, de paso, nos sirve para peinarnos y hacernos crestas.


¡Qué tragedia, La piel está muerta!


Siento que tengáis que enteraros aquí pero es cierto. Por duro que suene. La piel está muerta y no podemos hacer nada por ella. Y no sólo está muerta la piel de los uñeros o la que se desprende de la espalda y la nariz cuando tomamos mucho el Sol. Siempre le hemos llamado a eso "piel muerta" pero eso es un epíteto, una redundancia. Toda la piel está muerta.


La epidermis (la capa superior de la piel) está dividida en muchos estratos (muchas capas) a su vez. Cada una se distingue de la otra en función del grado de keratinización y la capacidad de dividirse de las células que las componen. ¿Keratiniza-qué? Las células de la piel elaboran keratina: la proteína de los cuernos (recordad lo que decíamos de los cuernos). A medida que subimos por los diferentes estratos, vemos que las células son cada vez menos capaces de dividirse (y proliferar) y están cada vez más rellenas de rica keratina (Mmm...) hasta el punto que las células del estrato córneo están keratinizadas del todo. Tanto que ya no son capaces de realizar sus funciones vitales y mueren. Imaginad que nuestro estómago, en vez de segregar ácidos, segregase cemento. Al poco tiempo moriríamos. Pues eso les ocurres a las células del estrato córneo y gracias a eso nuestra piel es más resistente.


D.E.P.


Esto no es una flor


A partir de ahora, si le ofrecéis esto a alguien, no le digáis Toma. Una flor. Porque no es una flor. Son varias. Sí: no estoy bizco ni he tomado pan de centeno en mal estado. En plantas como las margaritas, los girasoles y el diente de león las flores se disponen en lo que se conoce como inflorescencia en capítulo, es decir, están todas agrupadas en lo alto de un receptáculo. Más o menos a la misma altura. Y ¿Por qué parecen una sola? Con una lupa binocular, unas pinzas y mucha paciencia podemos ver que la parte amarilla de las margaritas está compuesta por un montón de... flores. Pero esto no es lo único. Las hojas blancas son los pétalos fusionados de... ¡más flores!


Las primeras se conocen como flores tubulosas ya que su cáliz es muy profundo y sus pétalos están atrofiados (a penas son visibles a simple vista). Las flores de la periferia son las flores liguladas porque la estructura que forman sus pétalos fusionados se denomina lígula. Algunas plantas como el diente de león o el cardo mariano sólo tienen flores liguladas.



Una curiosidad: fijáos en los girasoles. De cada flor tubulosa se forma un fruto y cada fruto tiene una semilla (o, a veces, dos). Así es. Al igual que pasa en todas las flores, el fruto contiene a las semillas. La pipa es el fruto del girasol y la pipa pelada es su semilla. Por el bien de la pobre planta, suerte que el fruto del girasol no es la manzana.




Hasta más Blog

3 comentarios:

  1. y más y más curiosidades!!! thank you!! going on!

    Nos leemos

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  2. No son un acertijo ni parte de alguno, son pensamientos y sentimientos para pensar sobre qué hacemos en estos lugares, qué tenemos y a dónde vamos (es que estaba oyendo a siniestro y me vino a la cabeza. Quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos?)
    Un saludo.

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  3. ¡Más curiosidades!

    Bueno, aquí si que debo decir que ya me las esperaba. Pero eso no desmerece en absoluto la gran labor social que realizas.

    A seguir así.

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