sábado, 17 de mayo de 2008

Un informe económico desaconseja el inglés


(Esto es de hace unos años pero no negaréis que es inquietante)

El catedrático de economía en la Universidad de Ginebra y especialista en política lingüística François Grin ha publicado un extenso dossier en el que analiza las políticas lingüísticas de la Unión Europea. El estudio ha sido editado por el Alto Consejo de la Evaluación de la Escuela, un organismo público francés autónomo que evalúa y analiza el estado de la enseñanza en Francia. El dossier plantea cuál sería la opción óptima a la hora de decidir cuáles habrían de ser las lenguas de trabajo en la Unión Europea. El profesor Grin evalúa estas diferentes políticas y concluye que actualmente las ganancias que la Gran Bretaña obtiene del predominio del inglés en el contexto mundial, y en de la Unión Europea en particular, son entre 17 y 18 millardos de euros al año, el 1% de su PIB. Estas cifras se obtienen de la venta de libros y otros productos ligados a la lengua inglesa y a las 700.000 personas que visitan Inglaterra cada año para aprender el idioma, pero también de los ahorros que la economía inglesa consigue hacer al descartar el estudio de lenguas extranjeras. Es decir, que cada uno de los 280 millones de no angloparlantes de la Unión subvencionan anualmente con 65 euros la economía británica. Aunque estas cifras ya eran públicas entre especialistas, no se había estudiado si estos costes eran más bajos que si se escogieran otras opciones. Con la ampliación de la Unión a 25 países, las lenguas oficiales han pasado de 11 a 20, que se han convertido en 21 con la reciente aceptación del irlandés, pero no la del catalán. Eso está haciendo que se replantee la política de igualdad entre las lenguas estatales de la Unión Europea, establecida en el momento de su fundación, cuando tan solo eran cuatro, a un sistema que cada vez se va imponiendo más, que es el de una lengua o un grupo reducido de lenguas de trabajo. 

El esperanto, la opción más equitativa. 

El economista suizo plantea una comparación entre tres escenarios posibles: el inglés como única lengua, el trilingüismo inglés-alemán-francés y la elección del esperanto como lengua de trabajo. La primera opción agrandaría más las transferencias económicas hacia los países anglosajones. En cambio, el estudio concluye que la opción trilingüe tiene un coste equvalente a la primera, pero con una equidad más considerable. Considera, no obstante, que tiene "una cierta inestabilidad" y exige un número considerable de medidas para ser viable. La tercera opción, el esperanto como única lengua de trabajo, aparece, con mucha diferencia, como la más barata e igualitaria. La economía se conseguiría en una doble vertiente. De un lado, su simplicidad permitiría invertir menos en la enseñanza de lenguas - aunque el estudio prevé el aprendizaje de una segunda lengua extranjera en las escuelas - y de otro lado, ya que ninguno la tendría como propia, los productos y servicios ligados a su enseñanza podrían producirse equitativamente en todos los países. El profesor Grin también analiza brevemente la viabilidad de la introducción de esta tercera opción, que considera "impracticable a corto plazo", pero posible en una generación. "El 85% de la población de la Europa de los 25 tiene en ello un interés directo y evidente, independientemente de los riesgos políticos y culturales que comporta la hegemonía lingüística, afirma. 


1 comentario:

  1. Parece que el Esperanto tiene mucha aceptación y entusiasmo.

    Pero he de admitir que yo pensaba lo contrario, que lo verían con muy malos ojos.

    Una vez más, hay que felicitar al creador, Zamenhof.

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